Cómo proteger los ojos de los niños de los rayos ultravioleta

Los ojos tienen memoria

No siempre nos damos cuenta que los ojos son muy sensibles a la radiación solar, sobre todo, la radiación ultravioleta (UV),  solo parcialmente filtrada por la atmósfera. Siempre hemos oído hablar de los perjuicios que el sol causa en la piel, pero es muy importante proteger nuestros ojos de los riesgos de una exposición excesiva a los rayos ultravioletas (UV). Una exposición excesiva de éstos en la infancia puede ser muy grave para los ojos, y más, cuanto menor sea el niño, aunque probablemente sus consecuencias no se vean hasta mucho más tarde.
El 50% de la radiación ultravioleta a la que nos exponemos a lo largo de nuestra vida recae en nuestro sistema visual antes de los 18 años, y el daño es acumulativo y permanente, los ojos tienen memoria.

El cristalino nos protege frente a los rayos UV, y en los niños las estructuras oculares no terminan de desarrollarse hasta los 8 años. Éstos tienen una córnea más transparente, dejan entrar más luz ultravioleta (UV) que un adulto, y por lo tanto, están expuestos a un mayor daño provocado por la exposición al sol. Los ojos de los bebés son más vulnerables porque su pupila permanece más dilatada, la pigmentación del ojo, que se va oscureciendo con el tiempo y la protección frente a las radiaciones, aún no está completa. Los niños de ojos claros están más expuestos.

A corto plazo, la luz ultravioleta, es transparente pero puede ser muy dañina, puede provocar irritaciones tales como: parpadeo excesivo, dificultad de mirar a altas intensidades de luz y molestia visual.

En cambio, a largo plazo puede producir serios problemas en los ojos como: cataratas, cáncer de piel (conocido también como melanoma) en los párpados y fotoqueratitis (quemadura en la córnea resultado de una exposición intensa a los rayos UV) y otras enfermedades dolorosas que te pueden dejar parcial o completamente ciego en un futuro.

Se estima que el 10% de las cataratas se debe a la exposición de radiación UV

Por ello es importante proteger bien los ojos de los niños desde bien pequeños y acostumbrarlos a llevar medidas protectoras como gafas de sol, pero no cualquier gafa de sol.

Para que unas gafas cumplan los requisitos de calidad tienen que tener un 100% de protección del UV. Es recomendable comprar una gafas homologadas de óptica, con el asesoramiento de un profesional, que no distorsionen los colores y que tengan la marca CE. Proteger los ojos frente al sol nos proporcionará garantía de salud visual.

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